
En 1940, el autor John Steinbeck y el biólogo marino Ed Ricketts emprendieron un viaje de seis semanas a bordo del Western FlyerExplorando la vida intermareal del Golfo de California. Entre los lugares que visitaron se encontraba una tranquila península en las afueras de La Paz: El Mogote.
Ochenta y cinco años después, el Western Flyer regresó.

El 19 de mayo de 2025, un grupo de veinte estudiantes de preparatoria de La Paz cruzó la bahía en panga y pasaron el día explorando El Mogote, no como turistas, sino como jóvenes científicos. Con el apoyo de la Fundación Western Flyer, el Instituto Costero de Baja California (BCI), ¡Andale, La Paz!, Ecology Project International (EPI) y la Fundación Alumbra, los estudiantes realizaron trabajo de campo práctico en los manglares y las marismas, identificando especies, dibujando observaciones y aprendiendo a ver la costa desde una perspectiva científica. Sus hallazgos fueron reveladores.
Donde Ricketts y Steinbeck describieron las pozas de marea como "feroces de vida", hoy El Mogote muestra signos de estrés ecológico. Algunas de las especies documentadas en 1940 (anémonas, ofiuras, pepinos de mar) eran escasas o inexistentes. Las raíces de los manglares conservan su riqueza biológica, pero las planicies abiertas ahora albergan principalmente invertebrados resistentes como cangrejos, gasterópodos y gusanos. Este patrón se asemeja a los hallazgos de otras partes del Golfo: un cambio lento pero notable en la estructura de la comunidad, probablemente vinculado al desarrollo costero y otras presiones.
Aun así, el trabajo del día fue más que solo datos. Se trató de curiosidad y conexión.
“Muchos de estos estudiantes nunca habían estado en El Mogote, a pesar de estar al otro lado de la bahía”, dijo Aracely Rojas, coordinadora del programa de Baja California de la Fundación Western Flyer, quien organizó el evento. “Verlos arrodillarse en la arena, hacer preguntas, observar a las pequeñas criaturas... fue una verdadera sensación de descubrimiento. Este tipo de experiencia práctica les ayuda a ver su hogar de una manera nueva. No solo fomenta el conocimiento, sino también el cariño”.
De cara al futuro, esperamos que esta visita sirva de base para un proyecto más sostenible. Con la colaboración y el apoyo continuos, estamos explorando la posibilidad de desarrollar un programa de monitoreo comunitario a largo plazo en El Mogote, involucrando a estudiantes, capacitando a educadores locales y revisando el sitio periódicamente para monitorear los cambios a lo largo del tiempo.
Es una oportunidad no sólo para revisar la historia, sino para llevarla adelante, a través de la ciencia, la administración y la curiosidad compartida.
