Visita a Puerto Townsend

Antes de que llegara el COVID-19, Western Flyer Tenía cientos de visitantes al mes. Estos días, no tanto. El acceso al patio ha estado estrictamente limitado durante el último año: bastaría con una infección y el sustento de decenas de personas se vería amenazado. Tuve la suerte de poder realizar una breve visita, la primera en más de un año. Mi misión era tener una idea clara de dónde nos encontramos en el proyecto y su cronograma, para que podamos planificar con nuestros socios y partidarios para el próximo año.

El progreso en el barco ha sido constante, pero más lento de lo que estábamos acostumbrados. En esta época del año, a pesar de la pandemia, Shipwrights Co-Op ha estado muy ocupada, principalmente con embarcaciones comerciales, pero también con algunas embarcaciones de recreo. En comparación con los pescadores locales, que dependen de sus barcos para ganarse la vida, no somos una prioridad y tendremos que esperar nuestro turno. 

Incluso si el barco estuviera terminado hoy, no podríamos llevar a cabo nuestro programa: ¡nadie está ansioso por meter a un grupo de escolares en un barco pequeño y estrecho mientras la pandemia todavía hace estragos!

También hay problemas con nuestros socios mexicanos. La mayoría de ellas son pequeñas organizaciones sin fines de lucro, que dependen de donaciones de fundaciones y donantes clave que, comprensiblemente, han cambiado sus prioridades y ahora se centran en la ayuda para la pandemia. Algunas de ellas han tenido que despedir hasta la mitad de su personal y ahora luchan por su supervivencia. Con suerte, en uno o dos años, la situación sobre el terreno habrá mejorado y su capacidad volverá a la normalidad.

En resumen, como muchos otros proyectos, la pandemia manda y tiene su propio cronograma. Habrá que tener paciencia y esperar a que las cosas sigan su curso.

Sin embargo, el trabajo continúa. Hemos elegido un sistema diésel convencional que acciona un árbol de transmisión multisección. Se trata de una tecnología fiable y probada, incluso en los lugares remotos que planeamos visitar. El capitán Tony Berry reconocería el nuevo diésel, aunque se sorprendería de lo mucho más compacta y potente que es la versión actual que el Atlas diésel que conocía. Sin duda, también agradecería tener una transmisión para invertir la hélice, en lugar de tener que detener el motor y luego volver a arrancarlo en marcha atrás. ¡Hace que acercarse a un muelle sea mucho menos estresante!

Además del motor, el trabajo se centra en la cabina del piloto y en el acabado de las mamparas interiores. Esperamos tener el barco a flote en algún momento de este verano, a tiempo para el Festival de Barcos de Madera en Port Townsend, del 10 al 12 de septiembre. Gran parte del personal y la junta estarán allí: si llegas al Festival, ¡asegúrate de pasar por el barco y saludar!

-Tom Keffer

presidente de la junta, La Fundación Western Flyer

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